Monday, June 03, 2013

UN PLACEBO LLAMADO DIOS.

La palabra placebo tiene su origen en el verbo latino placere, que significa: complacer.

Un placebo es una terapia que no tiene eficacia médica, pero que puede tener efectos curativos o paliativos si el paciente cree que en realidad está tomando una medicina.

El Sistema de Salud de la Universidad de Michigan realizó una investigación publicada en el 2005 en el que se demostró que con tan solo pensar en un "fármaco" placebo, basta para aliviar el dolor y es suficiente para que el cerebro despida sus analgésicos naturales, llamados endorfinas.

"Los receptores para endorfinas y dopaminas están agrupados mayoritariamente en el área del núcleo accumbens. Por lo tanto, tomados conjuntamente, nuestros estudios profundizan directamente en los mecanismos que determinan el efecto placebo" explica en un comunicado el neurólogo español Jon-Kar Zubieta, artífice de la investigación.

Por lo anterior, el simple hecho de pensar en un “fármaco” como una IDEA, es suficiente para que pueda actuar como un placebo y las personas que creen en algún dios, solo les basta pensar en que la idea de su dios que se han formado, siempre les brindará protección y seguridad ante los sucesos desconocidos, impredecibles o inevitables de la vida y de esa forma secretarán las endorfinas que su cerebro necesita para estabilizarlo emocionalmente y reducir la ansiedad o angustia producida por esos sucesos, ya sean reales o imaginarios. 

Es muy frecuente observar el efecto placebo producido por la idea de dios, en los deportes o actividades que impliquen riesgo físico, como el futbol, box, fiesta brava, etc. en dónde los deportistas se persignan y levantan la vista al cielo susurrando alguna plegaria o poniéndose de rodillas, etc.

Este ritual religioso que los creyentes ofrecen a su dios, les permite secretar las necesarias endorfinas para reducir el estrés o tensión emocional ante la simple posibilidad, aunque permanentemente presente, de sufrir una lesión que podría truncar su carrera definitivamente.


Entender el mecanismo del placebo de dios, nos permite darnos cuenta de la imperiosa NECESIDAD que tienen las personas creyentes en sus dioses y resultaría inhumano además de imposible, el pretender eliminarles esa necesidad fundamental.