Sunday, January 27, 2013

EL PERFECTO ATEO.


Algunas personas se hacen llamar ateos porque NO CREEN en dios, pero como dice el poeta español Antonio Machado “Porque todo es creer, amigos, y tan creencia es el sí como el no. Nada importante se refuta ni se demuestra, aunque se pase de creer lo uno a creer lo otro.” Por lo tanto tan creyente es el que SI CREE en dios como el que NO CREE en dios y es ocioso debatir una creencia.

Otras personas dicen que son ateos porque afirman que dios no existe, pero la insoportable carga de la prueba los desmiente y les derrumba su afirmación, dejando su posición de ateo en entredicho.

Si esas personas que dicen ser ateos realmente dejan mucho que desear sobre su ser ateo, entonces ¿Quién sería un perfecto ateo?

El perfecto ateo es aquella persona que nunca en su vida ha tenido dioses de ningún tipo, porque simplemente no los necesita para vivir su vida plenamente. Esto es que el perfecto ateo lo es desde la cuna hasta la mortaja, en otras palabras se nace y se muere ateo.

Un ejemplo de un perfecto ateo es Sigmund Freud – según su biógrafo Ernest Jones- “Freud fue durante su vida, desde buen comienzo y hasta el final, un perfecto ateo” Es decir que el perfecto ateo si existe, aunque no en grandes cantidades como los creyentes, además de que son muy discretos, por eso no es muy común identificarlos.

Thursday, January 10, 2013


EL AZAR, LA MUERTE Y DIOS.
 Se entiende por azar el conjunto de todas las variables o factores que producen un suceso considerado como impredecible o inevitable y cuyas causas son desconocidas o difíciles de identificar. El ciclo de la vida es nacer, crecer y morir y tanto el nacimiento como la  muerte son sucesos producidos y determinados por el azar.

El azar es parte inseparable del ciclo de la vida, sin embargo los creyentes en dioses creen que hay un paraíso después de la muerte y al cual aspiran ansiosamente llegar algún día, pero paradójicamente no quieren morir y prefieren permanecer vivos sobre la tierra.

Ante la inevitable muerte de un enfermo terminal, este se aferra a este mundo pidiéndole a su dios que le prolongue la vida, tal es el caso que como claro ejemplo de creyentes en dioses se presentó en el presidente de Venezuela Hugo Chávez quien le suplica y le implora llorando a su dios que le dé mas vida, disque porque le quedan más cosas por hacer.  


Lo que ignoran o parecen ignorar los creyentes es que el dios al que le piden mas vida no es más que al azar, es decir al conjunto de variables desconocidas que producen un suceso, si al azar lo viéramos en números, diríamos que la probabilidad que tiene un enfermo terminal de seguir viviendo es de una millonésima porcentual, la cual no es nada comparada con el 99.999999% de probabilidad que tiene la muerte.

Por lo anterior, cuando la probabilidad de una millonésima de un enfermo terminal tiene éxito, esto es seguir viviendo, los creyentes le llaman “milagro de dios” y cuando el 99.999999% tiene éxito, esto es la muerte, los creyentes le llaman “voluntad de dios,” pero en ambos casos no es más que el juego de las probabilidades del azar.

Los creyentes no tienen la menor idea de lo que dicen cuando se refieren a su dios y solo están manifestando la satisfacción de un enorme deseo prescindiendo de la realidad, por esa razón los creyentes apuestan al azar con la seguridad de perder, pero aun perdiendo creen ganar.