Wednesday, April 13, 2011

EL VALOR del ateo.

"Un MIEDO horrible tocó a la puerta, el VALOR fue a abrirla y no encontró a nadie"

Le llamo VALOR a la capacidad de una persona para enfrentarse a sí mismo.
Le llamo VALENTIA a la capacidad de una persona para enfrentarse a OTROS.

Así por ejemplo, un torero tiene la valentía para enfrentarse a un toro bravo, que es otro fuera del torero mismo y representa una amenaza física presente, pero no tiene el valor de hacerlo por sí mismo, porque antes de la faena y ante la posibilidad de una cornada que es una amenaza imaginaria futura, se encomienda a un dios o a una virgen y les pide que lo cuiden y lo protejan. La mayoría de las personas tienen valentía para enfrentarse a otros, pero solo los ateos tienen valor para enfrentarse a sí mismos, sobre todo a las preguntas trascendentales que hacen vibrar las fibras más íntimas de una persona y ponen en la cuerda floja su estabilidad emocional.
El VALOR es la característica más importante de un ateo, porque su naturaleza es dialógica y debe hacer frente por sí mismo a la dificultad de pensar y de vivir, debe afrontar con frecuencia la ambigüedad y la contradicción de sus propios razonamientos de una manera intelectualmente honesta, es decir sin engañarse a sí mismo. Una persona que se engaña a sí mismo, difícilmente puede ser ateo.
Obviamente que para hacer razonamientos correctos se requiere otra característica fundamental del ateo, la INTELIGENCIA, sin ella los razonamientos del ateo serían superficiales, imprecisos e incluso incorrectos. Es por esa característica que algunos estudios científicos sobre ateos, muestran que éstos son en promedio más inteligentes que los creyentes.
Finalmente, un creyente que carece de VALOR, no puede enfrentarse a sí mismo y acude a otros (dioses, vírgenes, sacerdotes, energías, mantras, etc.) para sentirse emocionalmente seguro y protegido. A los creyentes, cuando se les muestran los razonamientos posibles a los que conducen sus creencias, se cierran y sacan su valentía (afrontar a otros) para desacreditar y minimizar a los otros y de esa manera reducir la ansiedad que le produce la verdad, la verdad que no conoce, pero tampoco quiere o puede conocer.
Saludos cordiales.