Le llamo transformers a esas personas creyentes en algún dios y cuya mayoría practicaban alguna religión, pero por obra y gracia del espíritu santo, fueron envueltos por una asombrosa y radical transformación que los impulsó a considerarse pomposamente “ateos”.
Esos transformers son las personas más despreciables, fanáticas y egoístas de este planeta.
Son las personas más despreciables, porque el dios en el que creían, la religión que los abrigó y los familiares y amigos que les brindaron su apoyo incondicional, ahora no solo les vuelven la espalda, sino que arremeten contra ellos, no creyendo o negando la existencia del dios que antes veneraban y atentando contra la estabilidad emocional de familiares y amigos.
Son las personas más fanáticas, porque al haberse transformado de creyente a supuesto ateo, su pensamiento se vuelve más rígido y dogmático, lanzando sus diatribas en forma obsesiva contra sus correligionarios e incluso sus familiares y amigos.
Son las personas más egoístas, porque no quieren compartir su testimonio puntual sobre su increíble transformación y que permita identificar exactamente las causas de su asombroso cambio radical, lo cual sin duda alguna, ayudaría a que miles de millones de creyentes en el planeta y que fueron sus correligionarios, salgan del “error” en el que los transformers vivieron alegremente en el pasado.
Uno de los casos más patéticos es el del transformer Dan Barker, quien a los 15 años de edad recibió el “llamado” de dios, a los 26 años fue ordenado como ministro de Cristo y después de 19 años de predicar la palabra de dios y vivir durante treinta y cinco años como un fervoroso creyente, resultó que milagrosamente era ateo y que trabajaba para la marca equivocada.
En su libro Losing faith in Faith. From Preacher to Atheist. (Perdiendo la FE en la FE. De Predicador a Ateo,) Barker solo habla de incongruencias como la de creer que el cristianismo tenía la verdad, pero ahora piensa que el ateismo es el que la tiene. De que como cristiano vivió en el error, pero ahora piensa que como ateo vive en el acierto. Que se convirtió de la Fe a la Razón, pero ahora tiene la Fe del ateo.
Una contradicción muy común de los transformers es que cuando fueron creyentes creían en su dios sin evidencias, solo por FE y ahora que pomposamente se hacen llamar ateos, exigen evidencias de la existencia de dios para regresar a ser creyentes.
Un ateo por su condición de ateo, es el primero en estar dispuesto a colocar en la mesa del escrutinio lógico y racional, su postura de ateo, sin embargo los transformers o personas que gustan de llamarse pomposamente “ateos” se niegan a describir su asombrosa transformación, tal vez por temor a encontrar que su descripción coincide con el extraordinario fenómeno de la revelación del dios de los creyentes, pero en sentido inverso, es decir el extraordinario fenómeno del ocultamiento de dios.
Los transformers solo cambian exteriormente de forma, porque en el fondo son lo mismo y muestran el material agnóstico del que están hechos. En realidad la mayoría de los transformers son agnósticos, pero por alguna razón no les agrada ni aceptan ser agnósticos ¿Por qué será?
Saludos cordiales