Thursday, November 13, 2008

¿EL ATEO ES ANTI-TEÍSTA?

Ateo es sin dios y eso de ninguna manera implica estar contra dios y mucho menos contra los teístas, tal y como los apologistas religiosos hacen creer a sus ingenuos seguidores y a los falsos ateos.
La mayoría de los que se hacen llamar ateos y que muestran una actitud hostil en contra de TODO lo que huela a religioso, sacerdote, iglesias, dios e incluso creyentes, son en realidad unos charlatanes disfrazados de ateos que patéticamente tratan de imitar a los verdaderos ateos.

Los que se hacen pasar por ateos anti-teístas generalmente son
creyentes resentidos con su dios que no le satisfizo algún deseo a través de la súplica de la oración o son creyentes renegados de alguna religión por algún acto ilegal (sexual, robo, etc.) cometido por alguno de sus lideres. También es común que los jóvenes inmaduros y cuya Filiación Intelectual está aun indefinida se lancen en contra de los teístas, simplemente porque la mayoría abrumadora de los creyentes los hace parecer más fuertes y el idealismo juvenil es ponerse en contra del opresor, así también estos jóvenes inmaduros se rebelan en contra de la autoridad paterna y los castigan poniéndose en contra de las enseñanzas religiosas que les impusieron sus propios padres y la sociedad en general. Finalmente el grupo más significativo de personas que se disfrazan de ateos, son los agnósticos, esas odiosas criaturas que se pasan la vida en una miserable y angustiosa duda; tal es su ansiedad epistemológica que ni siquiera saben que son agnósticos, además de la conveniencia de utilizar la bandera de los ateos como escudo para protegerse emocionalmente.

Siendo los creyentes una gran mayoría (80%) de la población mundial y viviendo en un mundo democrático, es obvio que los gobiernos y los legisladores tenderán a satisfacer las necesidades de esas grandes mayorías y en esas condiciones la escasa minoría de verdaderos ateos (4%) se encuentra en posición desventajosa, pero esto no impide que la voz del verdadero ateo se haga escuchar, pero no para atacar o cambiar la fe de los teístas lo cual es una pérdida de tiempo y un trabajo estéril, sino para reducir la presión e imposición de las mayorías creyentes sobre las minorías ateas y conseguir la igualdad de trato y oportunidades.

En los estudios psicológicos realizados en ateos, estos muestran un perfil altamente tolerante e inteligente y son mucho menos dogmáticos que los propios teístas, pero esto no significa que el ateo sea pasivo, sino que sus acciones son mucho más inteligentes y prudentes que la simple protesta berrinchuda e infantil de los falsos ateos. Así mismo, la capacidad intelectual de los verdaderos ateos les permite adquirir conocimientos amplios y profundos sobre el origen de lo religioso, dios y los creyentes, los cuales les ayuda a comprenderlos cabalmente.

Los recursos psicológicos frecuentemente utilizados por los falsos ateos para sostenerse son, la
Polarización de confirmación: esto es la tendencia a buscar información que confirme sus propias preconcepciones. Y la Fijación: es decir la inhabilidad de ver un problema desde una perspectiva fresca y nueva.

En los foros de Internet, es muy fácil identificar a esos aprendices de ateos que permanente y obsesivamente están en contra de lo teístas ¿lo eres tú?

Saludos cordiales
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Friday, October 17, 2008

LA ANSIEDAD Y LAS FILIACIONES INTELECTUALES.

La ansiedad es un pre-sentimiento de la ocurrencia inesperada e inexplicable de “algo” y nos produce una sensación de aguda inquietud y desasosiego, llegando al extremo de crear angustia en una persona y mantenerla enclaustrada en el miedo a enloquecer (existencia sin propósito) o a la inminente muerte (no-ser).

La pintura de Francisco de Goya (Saturno Devorando a uno de sus Hijos) representa a Cronos (Saturno para los romanos) el terrorífico dios del tiempo devorando inmisericorde e inexorablemente a todos y cada uno de sus hijos, ante la profecía (ansiedad) cumplida de ser destronado por uno de ellos, por Zeus (deus, dios), quien se hizo inmortal. La percepción del tiempo(Cronos) en sí misma es causa de ansiedad.

Freud, habló de la ansiedad producida  por el sentimiento de culpa y el temor al castigo, pero la psicología tiene poco que decir respecto a la ansiedad producida por el miedo de no-ser (muerte inminente) y la existencia sin propósito (miedo a enloquecer), debido a que esta queda corta en relación al esfuerzo y coraje (valor) que se requiere para superarla.

Los médicos afirman que todo tipo de ansiedad es patológica (neurótica o psicótica) y puesto que no hay una raíz ontológica de la ansiedad entonces no hay ansiedad existencial y todo tipo de ansiedad puede ser sanada por ellos.

La ansiedad  no es el miedo, ya que el miedo puede ser objetivado, es decir referido a un objeto exterior y la persona puede verlo, sin embargo la ansiedad no puede ser objetivada, la ansiedad no tiene un objeto claro y definido como el miedo. La ansiedad y el miedo no pueden ser separadas porque el miedo tiene su raíz en la ansiedad y son inmanentes una de otra. El detonador del miedo es la ansiedad y la ansiedad lucha a través del miedo (como objeto).  Por lo anterior la ansiedad tiene como “objeto” a la NADA y cuando uno está ansioso, según M. Heidegger, se encara a la parte inherente de la nada de nuestra existencia, es decir al no-ser, a lo que queda después de la muerte independientemente de las imágenes especulativas (paraíso, infierno, salvación, renacimiento, trasmigración, reencarnación, etc.) con las que uno quiera llenar ese no-ser. 

En otras palabras la inmanente no-existencia (muerte) de nuestra propia existencia y sobre la cual se posa una ultima amenaza a nuestra existencia, no puede ser objetivada es decir hacerla una cosa como una mesa o una silla.En este sentido, la ansiedad es descrita por Rollo May como “La experiencia de la amenaza del no-ser inmanente  y esta amenaza provoca un bloqueo a nuestro propia percepción del futuro, a nuestro bienestar, a nuestra propia libertad. Por esa razón Kierkegaard describe la ansiedad como “el vértigo de la libertad” y lo anterior es claramente una ansiedad existencial, no patológica (neurótica o psicótica).

Paul Tillich apunta que la ansiedad en el fondo es el no-ser, pero en forma cotidiana es el sentimiento doloroso de no ser capaz de tratar con la amenaza de una situación especial. Es la ansiedad de no poder preservar nuestro propio ser, sobre el cual queda implícito el miedo y su elemento intimidante.

A la derecha, la pintura de Eduard Munch “El Grito”en la que muestra la cara angustiosa y de desesperación existencial producida por la ansiedad.

En resumen, la ansiedad en cualquier contexto es la disyuntiva entre la vida o la muerte, la disyuntiva entre el ser o el no-ser, el no poder superar la amenaza de nuestro diario discurrir en la vida.

Todos los seres humanos experimentamos la ansiedad en algún momento de nuestras vidas (Crisis de la Vida) y ésta se presenta en forma sutil y moderada por ejemplo, cuando cambiamos de hábitos (dejar de fumar) o en forma grotesca y severa como en los dramáticos casos de esquizofrenia, es decir que la ansiedad se produce en grados y en nuestro quehacer diario se presenta ni tan profunda que pueda considerarse como una ansiedad existencial ni tan desesperada que pueda considerarse como una ansiedad patológica. Sin embargo la ansiedad produce crisis en la vida y estas crisis nos dan la gran oportunidad de descubrir nuestra verdadera Filiación Intelectual o de poner a prueba la Filiación Intelectual que creemos ser.

Lo desconocido, lo inevitable y lo impredecible forman parte del mundo y de la vida, convirtiéndose frecuentemente en las fuentes de mayor ansiedad. Esta ansiedad se encara de dos formas: el afrontamiento con VALOR(coraje) como lo hacen los ateos o la huida o evasión de los creyentes, construyendo mundos imaginarios(paraísos, infiernos, etc.) con seres fantásticos(dioses, demonios, ángeles, etc..) los cuales les permitirán refugiarse de la realidad que los agobia.

FIN.

Sunday, April 20, 2008

DIÁLOGO SOBRE DIOS.


Este es un diálogo ficticio utilizando a dos filósofos griegos contemporáneos del siglo V antes de nuestra era. Por un lado Critias, primo de Platón, que no creía en los dioses ni en el alma espiritual y consideraba que las leyes y la idea de Dios no eran más que una hábil invención de los legisladores para gobernar a los hombres a través del miedo de los poderes sobrenaturales, es decir que Critias era ateo y por el otro lado, el de sobra conocido Sócrates que era un creyente pero no precisamente de los dioses griegos, uno de los cargos que le imputaron y por el cual fue condenado al exilio o a la muerte, prefiriendo esta última.

La muerte de Sócrates, pintura al óleo (1787) de Jacques-David,

Museo Metropolitano de Paris.

Critias: Cuando ocurre un terremoto, todos los animales incluyendo al hombre, corren buscando salvaguardarse del desastre, ¿no es así Sócrates?
Sócrates: Sin duda alguna mi querido Critias, es un acto instintivo de supervivencia.
Critias: Los animales junto con la mayoría de los hombres, corren despavoridos alejándose del peligro, pero no todos los seres humanos corren en forma instintiva y caótica sino que algunos lo hacen en forma razonada y segura, es decir que se alejan de los edificios y buscan áreas abiertas.
Sócrates: Es cierto, Critias, esa es una buena observación.
Critias: Incluso hay algunos que se hincan e imploran salvación y estos son los que tienen menos probabilidad de salvarse.
Sócrates: Efectivamente, es tal el miedo que produce un desastre natural, que prácticamente los paraliza y las piernas se les doblan cayendo de rodillas.
Critias: Pero no es necesario que ocurra un terremoto para que esa escena se repita en la vida cotidiana.
Sócrates: No te entiendo Critias, explícate por favor.
Critias: Me refiero a que en la vida normal de cualquier persona, el temor a lo desconocido, a lo impredecible y a la muerte, está permanentemente ligado a la vida misma.
Sócrates: Tienes razón, la vida y la muerte son las dos caras de la misma moneda y esencialmente es el tiempo y el azar los que finalmente determinan la cara que prevalecerá.
Critias: Si el temor a lo desconocido, lo impredecible y la muerte es lo que genera esos comportamientos, entonces también será el mismo temor el que origina a los dioses y sus correspondientes creencias y rituales para que los protejan contra lo desconocido, lo impredecible y la muerte.
Sócrates: Suena lógico tu razonamiento, pero en todo caso si el miedo es un comportamiento instintivo, entonces todos los seres humanos sin excepción, serían creyentes en dioses.
Critias: Lo que dices es correcto Sócrates, pero es necesario analizar a esos pocos que no corren en forma desaforada y determinar qué es lo que los hace alejarse del peligro en forma razonada y segura.
Sócrates: Pues si lo hacen en forma razonada y segura, entonces será su capacidad de razonar lo que los hace más diligentes a la sobrevivencia ¿no es así?
Critias: Es evidente que la capacidad de razonar es importante, pero hay otro concepto que los hace actuar con la tranquilidad que el caso amerita.
Sócrates: Y cual es ese otro concepto Critias.
Critias: El valor que se sobrepone al miedo.
Sócrates: ¿Quieres decir que las personas que caen de rodillas son porque su miedo sobrepasa su valor?
Critias: Exactamente Sócrates, y las que corren en forma razonada pero diligente es debido a que su valor es superior a su miedo.
Sócrates: Muy interesante Critias, entonces es la relación entre el valor y el temor el que determina quien necesita de dioses y quien no.
Critias: Así me parece Sócrates, ya que no encuentro otras razones para explicar satisfactoriamente el comportamiento de unos y de otros ante el mismo hecho o suceso.
Sócrates: ¿Entonces quieres decir que los dioses son solo una idea enraizada en las emociones básicas del temor y el valor?
Critias: Así es mi querido Sócrates.
Sócrates: Pero entonces si el temor y el valor son tan naturales ¿por qué no se acepta que la idea de los dioses no es más que un resultado de esas emociones?
Critias: Principalmente por tres razones...
Sócrates: Apúrate que estoy impaciente por escucharlas.
Critias: En primer lugar, el valor y el temor son dos emociones innatas las cuales no existe forma alguna de enseñar a tener valor a una persona ni a enseñarle a evitar el temor.
Sócrates: ¿Qué quieres decir con emociones innatas?
Critias: Quiero decir que desde que nacemos ya traemos esas emociones y que se observan en los infantes a través de su carácter o temperamento, es decir que hay infantes muy tímidos y otros más atrevidos y menos tímidos. Este comportamiento infantil es más visible cuando los niños se quedan solos y se enfrentan a alguna situación extraña. Los más tímidos llorarán a gritos y los menos tímidos no solo no llorarán sino que continuarán jugando a solas y cuando los tratan de separar del juego se molestan.
Sócrates: He observado ese comportamiento que dices y coincido contigo en las diferencias individuales del carácter o temperamento de los niños, pero ese comportamiento que es observable por cualquiera ¿qué relación tiene con no reconocer públicamente que el origen de los dioses es por el temor y el valor?
Critias: Aquí entra en juego la segunda razón fundamental, la cultura. Esto significa que para cualquier sociedad, es inaceptable que las personas tengan más temor que su valor y entonces se les reprime con calificativos de cobardes, niños, afeminados, etc. y se les alienta a ser lo que no son con calificativos de valientes, héroes, etc. Esta situación es necesaria para la sobrevivencia de la sociedad misma que requiere de personas más valerosas y menos temerosas.
Sócrates: Entiendo, ¿y cuál es la tercera razón para evitar aceptar que los dioses son producto de las emociones básicas del temor y el valor?
Critias: La tercera razón fundamental es derivada de las dos primeras, es decir que sabiendo que estas emociones son innatas y por lo tanto, poco modificables y ante la imperiosa necesidad de salvaguardar la sociedad y el gobierno con ciudadanos valerosos, entonces es menester darle una salida digna a esa contraposición del escaso valor y el excesivo temor. Esta salida esta a cargo de los sacerdotes y es promovida por los legisladores, haciendo que el pueblo crea y sienta que son los dioses los que originan lo desconocido, lo impredecible y lo inevitable, que solo orando, teniendo fe y haciendo sacrificios para tenerlos contentos a esos dioses se garantizará la seguridad emocional de los ciudadanos.
Sócrates: Vaya salida tan ingeniosa, inteligente y tan bien estructurada, me las imagino con rituales y ceremonias solemnes encabezadas por la alta dirigencia tanto del gobierno como de los sacerdotes, pero ¿qué hay con esos que no necesitan de dioses, es decir de los que su valor sobrepasa a su temor? Pondrán en evidencia y echaran a perder la salida inteligente y estructurada de los legisladores.
Critias: Eso no va a suceder y ellos no van a ser problema alguno, porque son una escasa minoría y además se les aplicará la ley mordaza.
Sócrates: ¿Ley mordaza? ¿Qué es eso?
Critias: La ley mordaza es una ley no escrita, pero que está implícita en el gobierno y ésta se encarga de mantener la boca cerrada a esa minoría y aquellos que no lo hagan, entonces se les llevará a juicio acusándolos de ateos y de esta manera serán eliminados de la sociedad.
Sócrates: ¿Pero no es eso injusto?
Critias: Seria más injusto que la sociedad entera se desintegre a causa de unos cuantos. No existe la sociedad perfecta, así que el precio de unos cuantos bien vale la pena por la sociedad entera.
Sócrates: Supongo que al educar férreamente a los ciudadanos bajo el yugo de los dioses y enfatizar y hacer más solemnes los rituales, harán que con el tiempo las propias masas ahoguen los argumentos de los ateos.
Critias: Así es mi querido Sócrates, el futuro del gobierno está asegurado, ya que las masas harán ese trabajo en forma extremadamente efectiva, por un lado debido a la naturaleza gregaria del ser humano y por el otro, de que éste es un esclavo de sus hábitos
FIN.

Saturday, January 05, 2008

ALEGRíA PARA LOS NIÑOS.

Nuevamente y por tradición, el Rincón de los Silencios ensordecedores se llenó de risas infantiles y comentarios ingenuos, pero profundamente verdaderos.


La tradicional piñata y el entusiasmo y esfuerzo para participar y ser el primero en tener la fuerza suficiente para romperla.
Porque después de eso sigue la...

Esperada repartición de regalos y bolos (bolsas con dulces y cacahuates), esperando inquietos y ansiosos la sorpresa del regalo que le tocó, para después darle vuelo a la imaginación.
















Este juego simple de las sillas es muy divertido entre los niños, ya que sin romper las reglas y haciendo su mejor esfuerzo, tratan de ganar honestamente el juego. ¿Qué tanto cuesta hacer reír a los niños?
NADA, no cuesta nada dibujar una sonrisa en la cara de un niño.
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