Friday, November 30, 2007

EL TEMOR A LA SOLEDAD.

Dentro de los innumerables temores que se manifiestan en la infancia como los temores a los animales, a las personas extrañas, a la oscuridad, a los fantasmas, etc., el peor de todos ellos es el temor al abandono de los padres. El terrible temor de sentirse solos, abandonados a sí mismos, a su frágil constitución e incipiente desarrollo intelectual que pone al descubierto su impotencia ante la imponencia de lo desconocido.
En esa etapa infantil es cuando se empieza dramáticamente a tener conciencia de lo horrible que es la soledad de uno mismo y se busca desesperadamente la poderosa y salvadora protección paternal.
Pero no todos los niños muestran ese comportamiento extremo ante el abandono y la soledad como lo describen Mary Ainsworth, et al, en su famoso experimento plasmado en el libro “Patrones de Apego: Un estudio Psicológico de las situaciones extrañashttp://en.wikipedia.org/wiki/Mary_Ainsworth clasificando el comportamiento de los infantes en:
a) Apego seguro (Secure attachment)
b) Apego ambivalente (Anxious-ambivalent insecure attachment) y
c) Apego elusivo (Anxious-avoidant insecure attachment)
Las diferencias individuales entre estos tres tipos de comportamiento, se considera que son originadas por el temperamento o carácter de cada ser humano y esa es la razón por la que los niños tengan diferentes temores y en diferente grado.
Estos comportamiento infantiles son muy similares a los mostrados por los seres humanos en su edad adulta con respecto a la poderosa y salvadora protección de una divinidad, deidad o dios, así, los creyentes serian del tipo (a) o apegados a Dios, los agnósticos del tipo (b) o apegados a Dios en forma ambigua y los ateos del tipo (c) o Desapego elusivo o evasivo a Dios. Estas coincidencias no son casuales ya que forman parte del desarrollo intelectual infantil y del desarrollo de las filiaciones intelectuales (ateo, agnóstico, creyente).
En el estado adulto el temor a la soledad se hace mas intenso porque se
agrega otro conocimiento insoportable, la vejez y sus inexorables consecuencias como la pérdida de comunicación con el mundo exterior al perder la vista, el oído y la movilidad, para solo después morir solos en nuestra propia soledad, tal y como magistralmente nos lo muestra García Márquez en sus “Cien Años de Soledad” en donde José Arcadio Buendía primero de la extirpe y fundador de Macondo, pasa la vejez y la muerte amarrado, primero literal y después psicológicamente al tronco de un castaño, hablando consigo mismo y diciendo incoherencias a los demás, en un estado de completa inocencia, concluyéndose que nacemos solos y morimos solos.
Otro premio Nóbel de literatura que nos habla de la profunda soledad, es Octavio Paz y su libro “El Laberinto de la Soledad” en donde dice: “El sentimiento de soledad, por otra parte, no es una ilusión -como a veces lo es el de inferioridad- sino la expresión de un hecho real: somos, de verdad, distintos. Y, de verdad, estamos solos
Concluyo que el temor a la soledad es terrible, insoportable, pero perfectamente natural y humano y no por ello debe convertir a unos en privilegiados por superarlo o desgraciados a otros por necesitar una idea (dios) que los proteja emocionalmente.
¿Acaso es un delito o una falta muy grave reconocer públicamente nuestros temores como para sentir vergüenza de ello y ocultarlo?
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Friday, November 23, 2007

Zeitgeist

Zeitgeist (zeit = tiempo, geist = espíritu) es una palabra en el idioma alemán que significa literalmente "el espíritu del tiempo".
Zeitgeist es también el título de una película para Internet (http://www.zeitgeistmovie.com/) sin fines de lucro y realizada por Peter Joseph. Esta película está dividida en tres partes, siendo la primera parte intitulada “La Historia Más Grande Jamás Contada” en donde se expone de una manera lógica, racional y clara, la estrecha relación de las religiones modernas con la astrología y en forma específica del plagio que las religiones judeo-cristianas hicieron con las ideas y religión egipcia.



La intención de Peter Joseph es la de hacer pensar a las personas utilizando un perspectiva crítica e invitándolos a que saquen sus propias conclusiones sobre lo expuesto, así mismo, la de prevenirlas de los poderosos hombres religioso-políticos que conocen la verdad y utilizan los mitos divinos y las psicología de las emociones para manipular y controlar las sociedades.
Uno de los puntos que en mi opinión pasa por alto Peter Joseph en la primera parte de su película es precisamente la psicología humana, es decir que las emociones básicas (ira, miedo y placer) de los seres humanos son fundamentales para su superviviencia y si en un principio el enorme temor que sentían por la posible desaparición del Dios Sol (solsticio de invierno) y con él la muerte de todos los habitantes del planeta, les causaba una enorme angustia, en la actualidad, la ciencia se ha encargado de estudiar y explicar ampliamente el fenómeno del sol de tal forma que su posible desaparición ya no causa tanta angustia como en un principio, pero aun así, el estar conscientes de nuestra propia muerte sigue causando el mismo miedo que causaba la posible desaparición del sol. Es decir que el hecho de que en la antigüedad al sol se le haya elevado al rango de Dios todo poderoso, obedece exclusivamente a las reacciones psicológicas producidas por la razón y la emoción del ser humano y dichas reacciones psicológicas son innatas y perdurarán en la humanidad en general, por largo tiempo.
Por lo anterior, la máxima ventaja del ser humano que es su capacidad racional, resulta fácilmente superada por su propia emoción del temor y ante este desequilibrio entre la emoción (miedo) y la razón, la mayoría de los seres humanos quedan a merced de los mitos religiosos y por ende de los manipuladores de las sociedades.
No es suficiente con decirle a un creyente que su Dios procede de un mito pagano o que su religión es producto de un plagio y además es un fraude, ya que el creyente por sus propias características psicológicas NECESITA de su Dios y su religión como necesitar de un placebo que le produzca estabilidad emocional en esta vida. Es decir que es imposible que un creyente pueda eliminar a su Dios de su vida y no porque no lo quiera hacer, sino porque no lo PUEDE hacer.
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Thursday, October 25, 2007

EL MEJOR DE LOS MUNDOS POSIBLES.

Gottfried Wilhelm Leibniz(1646-1716), matemático y filósofo alemán, creador del cálculo infinitesimal, escribió el libro “Teodicea” (Justicia de Dios) en el cual trata de justificar que el mundo en el que vivimos es el mejor de los mundos posibles que Dios pudo haber creado y explica la bondad de Dios, la libertad del hombre y el origen del mal.

Leibniz dice “El Ser perfecto, en virtud de su perfección misma, debe crear el mejor de los mundos posibles, por lo cual se entiende aquel mundo que contiene el máximo de realidad, el máximo de esencia. Porque todos los posibles mundos son composibles, es decir compatibles entre si. Hay una infinidad de mundos posibles, es decir colección de compatibles y, entre tantos, necesariamente uno debe contener una materia más rica y mejor organizada."

Pero si este mundo es el mejor ¿cómo explicar la presencia del mal? Leibniz considera que: “El mal en general, es pura imperfección de una criatura –por ej. Un hombre privado de su buen sentido- representa toda la perfección de que es acreedora, si se piensa que Dios consideró su lugar en el conjunto, que es el mejor de los mundos posibles. Dios se limitó a permitir el pecado, pues en el mejor de los mundos posibles, comprende hombres que disfrutan la libertad y capaces de emplearla mal.”

Respecto a la libertad Leibniz afirma: “La libertad humana existe. La libertad se define como la espontaneidad del ser inteligente, tal definición concuerda con la naturaleza humana y con los atributos divinos, con la presciencia Divina. Dios conoce de antemano todas las acciones humanas, que sin embargo no son necesarias, pues su contrario no es imposible, para la providencia divina. Lo que una esencia era contingente antes de la creación, sigue siéndolo después.

En mi opinión, la pregunta más interesante de la obra teológica de Leibniz es ¿Cómo es posible que un genio de las matemáticas, con una capacidad de pensamiento tan profunda, pueda creer y pretender justificar la bondad de Dios y la maldad del ser humano con todo ese cúmulo de falsos argumentos en favor de una simple idea como la de Dios?

Las respuestas a esta pregunta la da el propio carácter de Leibniz, un hombre diplomático, bonachón e incansable conciliador de diferencias, de entre las cuales destaca el infructuoso intento por conciliar la razón y la fe. Un hombre cuyas características intelectuales como la Curiosidad y la Inteligencia eran sobresalientes, pero cuyo Temor era extremadamente mayor que su Valor.

Por otra parte Leibniz fue educado en el protestantismo cristiano y finalmente la ignorancia que prevalecía en su época sobre Psicología, Fisiología y Biología Molecular.

Estas son las razones por las que a mi juicio hacen que un genio matemático sea creyente y no ateo. Esto explica por qué las personas con un alto Temor y un bajo Valor necesitan justificar la existencia de un Ser superior que les brinde la seguridad que su escaso valor no les proporciona.

Es indudable que para sobrevivir en este único mundo en el que nos tocó nacer, se requiere mucho valor para soportar el inevitable azar, las injurias del tiempo y las injusticias de los hombres, sobre todo cuando se hace en la soledad de sí mismo, sin la necesidad de dioses o seres imaginarios que nos brinden “protección” y “seguridad”.

Lo anterior no significa de ninguna manera que las personas creyentes sean cobardes, sino que simplemente esa es su naturaleza, como la de una mujer que nace mujer o la de un hombre que nace hombre, así, los creyentes nacieron creyentes y no pueden ser de otra manera, por lo tanto la necesidad es incompatible con el castigo, es decir que el ser creyente no implica ser cobarde, como tampoco el ser ateo implica ser valiente.

Theodore Fluornoy, psicólogo francés de inicios del siglo pasado, estableció los principios de exclusión y biológico sobre los cuales debería fundamentarse la Psicología de la Religión y afirmó que los ateos serían los mejores candidatos para realizar esta psicología. Después de leer la Teodicea de Leibniz es evidente el por qué de su aserto, ya que invariablemente, todos los creyentes en Dios, parten de su existencia y tratan de justificarla a como de lugar.
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Monday, October 01, 2007

¿SE PUEDE DEJAR DE CREER EN DIOS?

En todos los foros de ateos en los que participan creyentes en dios, se presentan debates en los que se despliegan argumentos razonables y lógicos que cuestionan la existencia de dios, sin embargo, en mi larga experiencia por dichos foros, no he visto a un solo creyente que haya sido convencido por tales argumentos o que tan siquiera hayan puesto en duda la existencia de su dios.

Si para el ateo es extremadamente simple cuestionar la existencia de dios, entonces ¿por qué para el creyente le es imposible? La respuesta a esta pregunta está en el cerebro y se puede leer en los libros de William James (Principios de Psicología), Gerald Edelman (El Universo de la Conciencia; Cómo la materia gris se convierte en imaginación) y Francis Crick (La Asombrosa Hipótesis; La investigación científica del alma), estos dos últimos premios Nóbel de medicina.

La mayoría de los neurofisiólogos y psicólogos consideran que el cerebro humano tiene entre otras, dos características fundamentales: La integridad o unidad del cerebro y la diversidad o diferenciación del cerebro.
La integridad o unidad del cerebro implica que la percepción de un objeto (real o imaginario) por una persona, lo hace de una manera integral, es decir que dicho objeto no lo puede subdividir en componentes independientes, sino que lo hace como un todo integrado. Esta característica la explican las leyes de asociación de la percepción (Semejanza, Continuidad, Causalidad)

La diversidad o diferenciación del cerebro implica que en la percepción de cada objeto por una persona, ésta tendrá miles de millones de posibles interpretaciones y dicha persona seleccionará en una fracción de segundo, solo aquella que sea congruente con su unidad o integridad y de esta manera tenderá a ser consistente con ella.

Estas dos características propias del cerebro humano hacen que tienda invariable e inevitablemente hacia la unidad en la diversidad.

Por esa razón ningún creyente podrá dejar de creer en dios, no importa que tan razonables o lógicos sean los argumentos esgrimidos, porque la unidad del cerebro del creyente implica necesariamente la existencia de Dios y todos los argumentos, explicaciones, teorías e interpretaciones que no sean congruentes con la unidad del cerebro del creyente, serán automáticamente descartadas.

Por esa razón en los debates con los ateos, a los creyentes no le hacen mella alguna a su unidad cerebral de creyente, ya que en la vida diaria, éste encuentra innumerable cantidad de interpretaciones de “hechos” que son congruentes y consistentes con su unidad, de ahí que los argumentos de los ateos son descartados sin haber sido prácticamente analizados. Y si algún creyente despabilado se atreve a analizar los argumentos, tendrá a al alcance de su mano millones de opciones a las que recurrirá para mantener la integridad de su cerebro.

Por lo anterior, a la pregunta ¿Se puede dejar de creer en dios? La respuesta contundente es un NO. Un creyente no puede dejar de creer en Dios, la unidad y diferenciación de su cerebro no se lo permite.
A la pregunta complementaria ¿Puede un ateo llegar a creer en dios? La respuesta también es un contundente NO. Un ateo no puede llegar a creer en dios porque la unidad y diferenciación de su cerebro no se lo permite.

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Wednesday, August 22, 2007

TIPOLOGÍA DE LAS FILIACIONES INTELECTUALES.

Una filiación es la adhesión o pertenencia a una agrupación. Las agrupaciones son categorías en las cuales pueden clasificarse a todos los individuos de este planeta, de acuerdo con su relación con alguna divinidad o trascendente, es decir, las filiaciones intelectuales son una tipología operativa para identificar y clasificar a los seres humanos en función de una divinidad o trascendente.

Son intelectuales porque esta clasificación corresponde o es determinada por un conjunto de características intelectuales propias del ser humano, esto es del temperamento y/o carácter de una persona o de sus procesos mentales, tales como la memoria, la curiosidad, el temor, etc., de tal forma que cada ser humano tiene una posición definida en una y solo una de dichas filiaciones intelectuales.

Las Filiaciones Intelectuales básicas son tres: Ateos, Agnósticos y Teodependientes.

Los teodependientes son las personas que necesitan y/o creen en la existencia de algún trascendente o dios creador y mantenedor del universo o de algún ente con características sobrenaturales similares. Así por ejemplo los budistas creen en conceptos sobrenaturales como la reencarnación o trasmigración, el nirvana, etc. y los panteístas consideran la naturaleza como su deidad suprema, de esta manera a los budistas, hinduistas y otras agrupaciones similares y sus adherentes son considerados pertenecientes a la filiación de los teodependientes.

Los ateos son las personas que no tiene dios o trascendente, porque no necesitan de dios o trascendente alguno para vivir sus vidas plenamente.

Los agnósticos son las personas que consideran que su propio conocimiento es tan limitado que no les permite conocer a dios o algún trascendente y por esa razón se abstienen de negar o afirmar su necesidad de la existencia de cualquier tipo de trascendente o dios.

Por lo anterior, podemos considerar que todos los seres humanos pueden ser clasificados dentro de estas tres categorías o filiaciones, las cuales se pueden representar como formando una línea continua en cuyos extremos se encuentran los ateos y los teodependientes, ocupando los agnósticos la posición intermedia.

La gráfica "Tipología de las filiaciones intelectuales" tiene como base el esquema bidimensional inclusión-exclusión de la trascendencia de David M. Wulff (Psychlogy of Religion, Classical and Contemporary Views) y en dicha gráfica se puede observar una subdivisión de las tres filiaciones básicas de ateos, agnósticos y teodependientes:
Los ateos se subdividen en Ateos Pragmáticos, los cuales excluyen firmemente de sus vidas cualquier trascendente o divinidad, es decir que ni siquiera necesitan algún dios o trascendente para vivir sus vidas plenamente y los Ateos Militantes son esas persona que generalmente en forma silenciosa logran cambios en la relación Estado-Iglesia, realizando demandas judiciales y colocando a las iglesias en el lugar que les corresponde dentro de la sociedad.

Los agnósticos se subdividen en Agnósticos Ateístas los cuales corresponderían a los que muestran una tendencia a considerar al trascendente o dios como inexistente y por el contrario los  Agnósticos Teístas son aquellas personas que tienden a considerar al trascendente o dios como existente en alguna forma (naturaleza, energía, macro, etc.). En general el agnóstico durante su vida, tiende a intercambiarse de ateísta a teísta y viceversa, pero sin dejar de ser agnóstico.

Los teodependientes  se subdividen en Teodependientes No-Religiosos quienes necesitan y/o creen en alguna divinidad, trascendente o dios pero no profesan o practican religión alguna y los Teodependientes  Religiosos los cuales practican cotidianamente alguna religión y su liturgia correspondiente.

Esta línea continua bipolar ateo-teodepeniente se puede seguir subdividiendo para alojar otras filiaciones tales como los panteístas, gnósticos, deístas, etc. de tal forma que toda filiación intelectual relacionada con la exclusión-inclusión de alguna divinidad, trascendente o ente similar quedaría representada en dicha línea bipolar continua.

Por lo antes expuesto, parto del principio de que necesariamente deben existir diferencias bastante significativas entre las características personales(Carácter, Temperamento, Procesos Mentales) de cada una de las filiaciones intelectuales, de tal forma que esas características hacen que cada ser humano se comporte en cada filiación de una manera única e inequívoca.
FIN.

Monday, July 16, 2007

EL NARCISIMO ATEO

La mitología y en especial la griega, esta repleta de narraciones ambiguas cuya pretensión es la de fascinar y desconcertar al lector, dejándolo siempre en la permanente duda.
Ovidio, el poeta romano, relata en su libro “Las Metamorfosis” la versión de que Narciso es hijo del Cefiso y de la hermosa ninfa Liríope y a quienes Tiresias el vidente invidente les vaticinó que su hijo Narciso viviría una larga vida si a sí no se conociera, en alusión clara al “gnothi seauton” (conócete a ti mismo) grabado en el pórtico del templo de Delfos.
Muchos hombres y mujeres quedaban prendidos y enamorados de la hermosura de Narciso, pero éste rechazaba constantemente sus insinuaciones. Entre estos pretendientes se encontraba la ninfa Eco, quien desilusionada ante el cruel desprecio del amor no correspondido de Narciso, se oculta en una cueva y se deja morir, quedando solo el castigo que con anterioridad la diosa Hera le había impuesto, es decir el sonido de la repetición de lo que los demás dicen.
Finalmente Narciso es castigado por Némesis, la diosa de la venganza, haciendo que se enamorara de sí mismo y cuando Narciso se inclinó en un manantial para saciar su sed, ve su propia cara en el espejo del agua y otra sed le creció, la sed de la esperanza que sin cuerpo ama, esto es la esperanza de conocerse a sí mismo, ya que no reconoce la cara como suya y queda prendado de la imagen que la fuente le refleja. Es tal el ensimismamiento que la otra cara le produce, que no puede separarse más de ella y allí permanece hasta morir y convertirse en la flor que lleva su nombre.
La mitología tiene en general como base la conducta humana y el comportamiento romántico y trágico de Eco y Narciso tienen un paralelismo con el comportamiento de los creyentes y los ateos.
Por un lado Eco no puede hablar por si misma, sino que solo puede repetir lo que otros dicen, en forma similar ocurre con los creyentes quienes son el eco de los sacerdotes y la escolástica, quedando condenados a repetir lo que otros dicen.
Por el otro lado Narciso en su juventud queda prendado al descubrir su verdadero yo, al grado de que ya no puede vivir sin estar descubriéndose a sí mismo durante el resto de su vida, en forma similar los ateos se descubren a sí mismos en la juventud, al grado de que ya no pueden vivir sin estar descubriéndose a sí mismos durante el resto de sus vidas y quedan condenados a ser ellos mismos.
Narciso desprecia a Eco porque la considera loca ya que solo repite lo que otros dicen, del mismo modo se comportan los ateos que en su etapa inicial de negación hacen con los creyentes.
Estas son algunas líneas del poema:
<<Lo que buscas está en ninguna parte, lo que amas, vuélvete: lo pierdes.
Esa que ves, de una reverberada imagen la sombra es: nada tiene ella de sí.
Contigo llega y se queda, contigo se retirará, si tú retirarte puedas.
Una esperanza no sé cuál con rostro prometes amigo,
y cuando yo he acercado a ti los brazos, los acercas de grado,
cuando he reído sonríes; lágrimas también a menudo he notado
yo al llorar tuyas; asintiendo también señas remites
Lo que deseo conmigo está: pobre a mí mi provisión me hace.
Oh, ojalá de nuestro cuerpo separarme yo pudiera,
voto en un amante nuevo: quisiera que lo que amamos estuviera ausente…
Y ya el dolor de fuerzas me priva y no tiempos a la vida
mía largos restan, y en lo primero me extingo de mi tiempo,
y no para mí la muerte grave es, que he de dejar con la muerte los dolores.
Éste, el que es querido, quisiera más duradero fuese.
Ahora dos, concordes, en un aliento moriremos solo
».




Es obvio que esta es una simple analogía, porque la realidad siempre supera con mucho a la mitología.
FIN.

Wednesday, July 11, 2007

DEFINICIÓN DE ATEO.

Cualquier diccionario define el concepto ateo y el DRAE lo define como: Ateo, a.(Del lat. athĕus, y este del gr. ἄθεος ) 1. adj. Que niega la existencia de Dios. Apl. a pers., u. t. c. s.

La definición es: ateo ES el que niega la existencia de Dios. Una persona que niega la existencia de Dios, no implica necesariamente que Dios no exista, sino que para ese tipo especifico de persona, Dios no existe y por lo tanto, esa persona no tiene Dios porque es imposible que pueda tener lo que de antemano sabe que no existe para él, por eso vive SIN DIOS.

La definición queda como sigue: ateo ES sin dios.

La etimología de ateo viene del griego y está compuesta del prefijo “a” que significa “sin” y de “theo” que significa “Dios”. La etimología del concepto definido es “sin dios”.
Si sustituimos la etimología en el concepto definido tenemos que:
La definición queda como sigue: Sin Dios ES sin Dios.

Una definición tautológica es aquella en la que el concepto definido es expresado en la definición con distintas maneras equivalentes.

Por lo anterior, el concepto definido(ateo) se encuentra en la definición(Que niega la existencia de Dios) pero con diferentes palabras. Por lo tanto ¡la definición de ateo de los diccionarios es una tautología o definición circular!

En términos de la Lógica de Kant, a las tautologías les llama juicios analíticos y su característica es que el sujeto está contenido en el predicado. Este tipo de juicios son verdaderos porque son una identidad es decir A es A (A = A.) Esto es que la definición del diccionario es verdadera pero incompleta.

Las definiciones tautológicas aun cuando son verdaderas son incompletas porque no proporcionan mayor información sobre el sujeto, ya que no nos dicen qué es lo que hace que el sujeto no tenga dioses, por lo que cuando preguntamos ¿qué es un ateo?, no nos estamos refiriendo a la definición de diccionario, sino preguntando qué es lo que tiene el sujeto ateo que le permite predicar la inexistencia de dioses. La respuesta a esta pregunta es lo fundamental y no la definición circular del diccionario.

Si la definición de un ateo de los diccionarios son verdaderas pero incompletas, entonces para que una definición de ateo sea verdadera y completa deberá contener las características intelectuales específicas y esenciales que le permiten vivir sin dioses, por lo tanto ¿Cuál debería ser una definición verdadera y completa de ateo? en el siguiente post la encontrarás: ATEO: DEFINICIÓN VERDADERA Y COMPLETA.
Saludos Cordiales.

Wednesday, June 13, 2007

LA CONCIENCIA DE UNO MISMO.

                       La conciencia es el darse cuenta o tener conocimiento de uno mismo y de nuestro medio ambiente.

                     Un bebé recién nacido no tiene conciencia de sí mismo, incluso un niño o niña de 5 años no tiene conciencia de su sexo, es decir que no sabe con certeza por qué es niño o niña.
Por lo anterior puedo afirmar que el desarrollo de la conciencia de uno mismo es gradual y está en función del tiempo y de la maduración de nuestro cerebro, por esa razón también se considera que la conciencia es cuántica, pero no en el sentido científico sino que se va adquiriendo en quantos o grupos.

                       Maria Montesori le llamaba “explosión de conocimiento” cuando súbitamente uno mismo descubría lo que era capaz de saber y hacer. Es decir que tener conciencia de uno mismo es una “explosión de conocimiento

                       La Filiación Intelectual(ateo, agnóstico, teodependiente) es un descubrimiento tal como lo es el descubrimiento del género sexual, es decir que el saber si soy ateo, agnóstico o teodependiente se descubre gradualmente hasta llegar a la “explosión de conocimiento” de mi propia Filiación Intelectual.
                    Existe una tendencia generalizada a considerar que un adulto es capaz de darse cuenta(tener conciencia) de cualquier cosa, pero en mi opinión dicha tendencia es falsa ya que la conciencia esta determinada entre otros factores, por los procesos cognitivos(órganos sensorios, estímulos, sensaciones, etc.) y facultades mentales(inteligencia, razonamiento, memoria, etc.) los cuales tienen un alto grado instintivo o genético, por lo tanto cada persona solo tendrá conciencia de las cosas que sus procesos cognitivos y facultades mentales individuales le permiten acceder, esto es que no todo es “visible” para todos.

                   
La conciencia de la propia Filiación Intelectual se produce lentamente y se descubre en diferentes etapas de acuerdo con cada Filiación, así por ejemplo la Filiación Intelectual para los teodependientes aparece o se descubre prácticamente desde la niñez, en cambio la Filiación intelectual para los ateos empieza descubrirse en la adolescencia y finalmente la Filiación intelectual para los agnósticos aparece y se descubre en la edad adulta.

                    El descubrimiento a través del tiempo de la Filiación Intelectual es inexorable y se le puede imaginar como una máquina seleccionadora automática con tres tipos de cribas: Teodependientes, ateos y agnósticos y una vez que se ha descubierto la Filiación Intelectual innata verdadera, el proceso es irreversible, es decir que las conversiones son imposibles.

                    Los teodependientes, reforzados con la cultura religiosa caen como anillo al dedo en la primera criba casi desde la niñez. Por otra parte a la mayoría de los ateos, la cultura religiosa en la que viven y crecen les produce un poco de confusión, por esa razón algunos se detienen titubeantes en la criba de los teodependientes, pero en la adolescencia la cultura religiosa les produce un enorme ruido y se dan cuenta o tienen conciencia de que esa no es su verdadera Filiación Innata y continúan avanzando hasta la criba correcta. Finalmente los agnósticos con su permanente duda o indecisión no encajan ni en la criba de los teodependientes, ni en la de los ateos, pero su necesidad de pertenencia los obliga a tratar de ser ateos o teodependientes y prácticamente se la pasan el resto de su vida deambulando entre el ateo y el teodependiente, renunciando a ser lo que son(agnósticos) y pretendiendo ser lo que no pueden ser(ateos o teodependientes).
Saludos Cordiales.

Friday, May 18, 2007

LA INTEGRIDAD DEL ATEO.

La integridad la defino como la congruencia y consistencia entre el pensar, decir y hacer. Es decir que cuando una persona es íntegra entonces la mayoría de sus comportamientos tienden sistemáticamente a converger en un patrón de conducta bien definido, claro y evidente.

INTEGRIDAD DEL ATEO
Descubrir y reconocer que uno es ateo a pesar de vivir en un mundo rodeado de creyentes tan cercanos como los padres, hermanos, amigos, vecinos, y bombardeado de múltiples y poderosas instituciones religiosas, no es cualquier cosa y no cualquiera lo puede soportar.

Ser uno mismo; Rebelarse ante la imposición de creencias fabulosas; Forjar nuestra propia identidad; Ser libre y dirigir nuestra propia vida encontrándole su significado y al final encarar la muerte como el fin de su existencia, tiene un precio tan alto que solo los ateos tienen con que pagarlo.

A través de la historia los ateos han sido y serán una minoría de tan solo el 4% de la población total, y si a esto se adiciona que sus ideas(inteligencia) son consideradas por las diferentes religiones como una amenaza a sus enseñanzas, entonces los ateos han sido motivo de marginación, persecución y exterminación.

Históricamente se les ha llamado herejes, demonios, inmorales, etc. y en la actualidad en cualquier sociedad moderna son todavía objeto de señalamiento y discriminación, al grado de que el presidente Bush padre de USA, afirmó que los ateos no los consideraba ciudadanos de los Estados Unidos de América.
Si hay algo de dignidad en el ser humano, es en el ateo en donde mejor se refleja, por esa razón si un ateo puede sentir orgullo de algo, ese algo es precisamente su integridad.

La profunda integridad del ateo, inmersa en un mundo de hipocresía, lo hace contrastar dramáticamente y da la impresión de parecer rudo, insensible y autocrático, pero nada mas alejado de la realidad, ya que las investigaciones científicas en Psicología Social y Psicología de la Religión, muestran que los ateos son los menos dogmáticos y autoritarios de acuerdo con las escalas DOG(Dogmatismo) y RWA(Right-Wing Authoritarianism).

La integridad de los ateos es muy apreciada por los jóvenes y muchos de ellos pretenden imitarla y algunos hasta se autonombran ateos, pero ignoran que el ser ateo no es una cuestión de querer serlo, sino de poder serlo y tarde o temprano se darán cuenta de esta triste realidad.

Internet se ha convertido el medio de comunicación por excelencia y es gracias a esta tecnología que los ateos empiezan a mostrar su integridad al mundo entero y esto desafortunadamente ha incrementado el número de jóvenes que se “sienten y quieren ser ateos” cuando en realidad jamás podrán serlo.

En mi opinión el mejor parámetro para identificar a un ateo, es precisamente su integridad, porque la INTEGRIDAD es la característica más sobresaliente y evidente de un ateo..
FIN.

Thursday, January 25, 2007

EL ORIGEN DE LOS DIOSES.

Cuento corto por Libre y Soberano
Era un martes trece, como a las nueve de una noche de invierno, fría, lluviosa, solitaria y de luna nueva, cuando de pronto, inesperadamente el fluido eléctrico de todo el vecindario, se interrumpió.
Súbitamente todo quedó sombrío, sumergido en la oscuridad absoluta y la más profunda soledad de mí mismo. Cerrar los ojos era ocioso, ya que tenerlos abiertos resultaba exactamente lo mismo, quedándome sólo con mi fría soledad. 

Un golpe seco, tenebroso y primitivo me golpeo inmisericorde, vaciando mi casa de luz y sonido y llenándola de silencios ensordecedores. Mi imaginación se trasladó instantáneamente a la época de las cavernas, estremeciendo mi corazón, apresurando mi palpitar e interrumpiendo por breves momentos mi respiración. No pude evitar hacerme la inquietante y ancestral pregunta del solsticio de invierno sobre las noches cada vez más largas, ¿qué pasaría si alguna vez el sol dejara de alumbrar permanentemente la Tierra? La obvia respuesta me aterraba. 

Una vez que me repuse del sorpresivo impacto del suceso y dado que no tenía mucho que hacer, decidí irme a la cama a tientas para calentarme un poco y tratar de quedarme dormido a sabiendas de no tener sueño, pero mientras trataba de conciliar el sueño, la silente noche se hacía cada vez más fría, profunda e intimidante. 

La casa estaba herméticamente cerrada y los escasos sonidos exteriores que se solían escuchar habían desaparecido, acompañando a la terrible oscuridad con un tajante e hiriente silencio. 

La soledad y la oscuridad se confabularon y como siempre, establecieron un dialogo privado y silencioso, olvidándose de mí y dejándome en medio de ellas abandonado a mi triste suerte. 

Poco a poco mis ojos se fueron adaptando a la oscuridad y las siluetas de los objetos que en la penumbra apenas podía distinguir, empezaron a adquirir formas siniestras, las lámparas de mesa lucían la gala de sus vestidos de figuras fantasmagóricas con una enorme cabeza que me estaban observando en plan amenazante, las ráfagas de viento hacían que la madera de las paredes se quejara lastimosamente y las chocarreras gotas de agua llamaban y golpeaban insistentes sobre los vidrios de las ventanas. 

Una lejana y casi imperceptible sirena de ambulancia señalaba y confirmaba mi débil condición humana y una tenue luz color sangre, que provenía de un detector de humo, parecía advertirme socarronamente a intervalos precisos y monótonos del peligro en el que me encontraba.
—La inquietud me embargó. —

Empecé a cambiar de posición sin parar, me recostaba de lado derecho, de lado izquierdo, boca abajo, boca arriba, en posición supina, estiraba las piernas, pero todo no solo era en vano, sino que con esos movimientos, solo lograba que las siniestras figuras empezaran a moverse hacia mí con mayor rapidez.
—La ansiedad y el temor empezaron a cobijarme. —

Los razonamientos desaparecieron y solo quedaron los pensamientos más simples, que en forma inquisitiva,  se repetían una y mil veces:
¿En dónde quedó el hombre recio y fuerte que de día suelo ser?
¿De dónde surgió repentinamente ese niño en el que me he convertido?
¿Por qué no puedo controlar mi mente y le permito correr desbocada por todo mi cuerpo?
—A la ansiedad y al temor le siguió y me cubrió la cobija de la desesperación. —

Sentía el enorme peso que estas preguntas y sensaciones me estaban provocando ¡me estaban aplastando! me quedé estático, subyugado por tan enorme carga que me oprimía el pecho y el aire enrarecido me impedía respirar. Pensaba desesperado para mí mismo, ¡estoy solo! en la más profunda soledad de mí ser, no hay quien me pueda brindar ayuda en esta dramática situación, sólo yo la puedo y debo afrontar solo. Me recordaba las innumerables noches de mi niñez, que desamparado e inerme, esperaba que el cansancio me venciera y me condujera al acogedor sueño salvador, al reparador sueño libertador, al protector sueño de conciencias, pero el impasible Morfeo se resistía y no acudía a mí, parecía cómplice de la situación, la cual se estaba volviendo insoportable.
— La gruesa y pesada cobija de la frustración inició su demoledora presión —

Pero antes de rendirme ante la incapacidad para manejar por mí mismo tan crítica situación y de que emergiera de lo más profundo de mí ser el ancestral terror escondido, hice un último esfuerzo para recuperar mi capacidad de razonamiento y sobreponerme a esta insoslayable situación.
 
Tenía que enfrentarla y superarla a través de mi capacidad inteligible y con el único recurso que he tenido para esas incómodas situaciones; mi inapreciable VALOR. 

El valor de reconocer que todas esas siniestras figuras son solo producto de mi imaginación y del temor natural de supervivencia producido por la oscuridad y la ignorancia de mí mismo. 

Lentamente empecé a “ver” todo con mucha claridad, los objetos dejaron de ser fantasmas con movimientos, empecé a distinguir y ubicar los sonidos naturales producidos por el viento y la lluvia, empecé a sentir el calor de mi cuerpo y el agradable aroma de sábanas y cobijas limpias que me impulsaron a aspirarlo profundamente, tal como se inhala la tranquilizante fragancia de la flor de azahar.

Una vez que logré recuperar mi racionalidad y mi valor, desaparecieron inmediatamente la ansiedad, el temor y la desesperación, devolviéndome la serenidad perdida por el apagón, aun a pesar de continuar en medio de la soledad y la oscuridad.

Al final comprendí que la vida es un juego de naipes en las que hay que encontrarle sentido a las cartas que a cada persona nos tocó en suerte, aprendiendo a reducir el dolor de las vicisitudes que la vida encierra y nos depara, tratando de sacarle el mayor provecho a esa irrepetible partida que llamamos vida.

Con la recuperación de mi racionalidad, me percaté que me bastaba a mí mismo para controlar y superar lo impredecible, que lo impredecible es inherente a la vida.

Con mi valor sobrepuesto, me di cuenta que no necesitaba de apoyos imaginarios o muletas mentales para manejar lo desconocido, que lo desconocido lo magnificaba mi temor.

Al aceptar ser lo que soy, me congratulé de las ventajas intelectuales que la naturaleza me había brindado para reconocer y aceptar lo inevitable, que lo inevitable entre más lo rechazaba, más angustia me provocaba.

Recordando y pensando en el Mito de la Caverna de Platón, me imaginé saliendo de la oscuridad, llegando trabajosamente a la boca de la cueva y alcanzar la luz, lo que me permitió ver a los objetos por lo que son y no por lo que aparentan ser, sonreí por ser lo que soy, por ser autárquico, por ser Libre y Soberano de mí mismo, y abruptamente me sentí jalado como por una pesada masa de plomo de tal modo que me quedé profundamente dormido...
FIN.