Monday, July 11, 2005

EL POZO SIN FONDO.

        Cuento Corto de Juan Garcia (Libre y Soberano)
              En un día soleado cualquiera, por una calle transitada cualquiera, me encontraba caminando por la vida, disfrutando de la maravilla de la naturaleza cuando de pronto, súbitamente, se abrió delante de mis pies un pozo tan profundo que no le podía distinguir fondo alguno, la sorpresa fue mayúscula, de tal suerte que por unos momentos me quedé estático y sin aliento, después, observé a mi derredor y me di cuenta que solo a mí me había ocurrido semejante encuentro, el resto de las gentes deambulaban y conversaban tranquilamente e incluso algunas de ellas me miraban, meneaban la cabeza y continuaban su camino.
             Una vez que me repuse de la impresión, decidí rodear el pozo para continuar por mi camino, pero mayor fue mi sorpresa al ver que el pozo se movía hacia donde yo lo hacia, me moví tan rápido como pude hacia la izquierda, hacia la derecha, hacia atrás pero el pozo también lo hacía, quise saltarlo y al calcular su distancia esta se hacía cada vez más grande, pareciera como si el pozo estuviera vivo y dispuesto a no dejarme pasar, me quedé atónito por lo que me estaba sucediendo, no podía dar crédito a esta bizarra situación.
             Las gentes pasaban caminando junto a mí y ninguna se prestaba a brindarme ayuda, la situación se tornaba crítica y empezaba a desesperarme creyendo que la única solución era dejarme caer al pozo y que este me tragara.
            Pasados los primeros momentos -que me parecieron una eternidad- empecé a tratar de pensar y preguntarme calmadamente sobre la barrera que tenía enfrente, ¿Por qué a mí y solo a mí me ocurre esto? ¿ Por qué el pozo se mueve conmigo? ¿Por qué la gente no puede ver lo que me esta pasando? ¡Por qué no me ayudan!
            Lentamente, comencé a encontrar las respuestas a cada una de esas preguntas y me di cuenta que yo mismo había creado tal pozo y que este, era el resultado de mis decisiones y acciones que anteriormente había tomado, por lo que a donde quiera que fuese el pozo estaría conmigo, simplemente, porque era mi propia creación.
            Sutilmente, me empezó a quedar claro el porqué la gente no podía ver el pozo, me podía ver a mí pero no mis motivos, causas y razones por las que yo mismo lo había creado.
            Pausadamente, se inició un proceso de clarificación y si la gente no me ayudaba era porque en mi ansiedad se me olvidó pedir ayuda y después mi orgullo me lo impidió.
            Poco a poco, me percaté que no existía tal pozo, era solo mi sombra que mi imaginación le daba forma.
            Tranquilamente, reanudé el camino de la vida...
FIN.

Tuesday, July 05, 2005

CONCEPTOS COMPLEJOS.

Prácticamente todas las cosas que están al alcance de una persona, están compuestas de una parte REAL y una parte IMAGINARIA y esta composición le llamo Concepto Complejo.

El componente REAL está constituido por la apariencia física del objeto, como su forma el color, la textura, los materiales etc. y el componente IMAGINARIO está constituido y determinado por nuestra percepción del objeto, es decir por la estimulación de los órganos sensorios y el procesamiento o interpretación que el cerebro hace de las señales sensorias.

Afortunadamente ningún objeto es aprehendido en su totalidad por un ser humano, el cerebro se volvería loco si pretendiese identificar todos los detalles de un objeto, por tal razón solo se percibe lo que queremos y podemos “ver”.

Así por ejemplo, si a un grupo de personas se les coloca frente a un objeto llamado mesa y se les pide que lo identifiquen y lo describan, con toda seguridad, sus respuestas harán referencia a un “concepto complejo”, es decir contendrán un componente REAL y una parte IMAGINARIA. Es muy probable que haya coincidencias en las respuestas ya que se trata de un objeto concreto, pero cuando este objeto es abstracto como las ideas entonces las coincidencias se reducen dramáticamente y en algunos casos no hay coincidencias.

Cuando un individuo concibe una idea(objeto abstracto), esta permanecerá en forma imaginaria en su cerebro hasta que esa idea no sea develada al mundo físico, es decir que cuando la parte real de un concepto complejo no existe, entonces estamos hablando de conceptos imaginarios puros.
Batman por ejemplo es un concepto complejo en el cual sus componentes reales son los dibujos de los comics, las películas y objetos que se venden y que le corresponden al personaje. La parte imaginaria es la percepción que se forma en las mentes de cada persona que es expuesta a las proezas que realiza el héroe en su imaginaria ciudad Gótica. Todos los adultos pueden distinguir con mucha claridad los diferentes componentes reales e imaginarios del concepto complejo Batman.

Por otra parte y de la misma manera se puede explicar la idea o concepto complejo de dios, el cual, al no develarse al mundo físico queda como un concepto imaginario puro.

Por otra parte dado que en las mayorías de las culturas se considera aberrante y vergonzoso que un adulto rinda culto y veneración a los seres imaginarios puros, entonces se le tiene que encontrar la parte real de este concepto complejo y así se le relaciona con objetos reales de la naturaleza como el universo y el propio ser humano.

Los “milagros“ son una manifestación cotidiana de esta relación real-imaginaria y su objetivo es hacer constar que la parte real del concepto complejo sí existe físicamente y a través de la falacia "non sequituor" a la vez se reitera el poder de la parte imaginaria. Es obvio que esta relación entre la parte real y la parte imaginario no existe, sino que es el resultado de una necesidad humana innata para darle cuerpo al concepto complejo Dios y evitar la vergüenza de rendir culto y veneración a un ser imaginario puro.

Los creyentes religiosos y no religiosos no pueden distinguir y diferenciar los componentes reales e imaginarios del concepto complejo Dios y menos aun pueden distinguir la relación entre sus componentes, esto es que lo conceptualizan en forma unitaria y total.


La mayoría de los neurofisiólogos y psicólogos consideran que el cerebro humano tiene entre otras, dos características fundamentales: La integridad o unidad del cerebro y la diversidad o diferenciación del cerebro.

La integridad o unidad del cerebro implica que la percepción de un objeto (real o imaginario) por una persona, lo hace de una manera integral, es decir que dicho objeto no lo puede subdividir en componentes independientes, sino que lo hace como un todo integrado. Esta característica la explican las leyes de asociación de la percepción (Semejanza, Continuidad, Causalidad)

La diversidad o diferenciación del cerebro implica que en la percepción de cada objeto por una persona, ésta tendrá miles de millones de posibles interpretaciones y dicha persona seleccionará en una fracción de segundo, solo aquella que sea congruente con su unidad o integridad y de esta manera tenderá a ser consistente con ella.

Estas dos características propias del cerebro humano hacen que tienda invariable e inevitablemente hacia la unidad en la diversidad.
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